¿Por qué mis alumnos se copian?
Las prácticas deshonestas durante las evaluaciones en línea son un gran problema, que hasta afligen a docentes que ya cuentan con un proctoring. ¿Cuáles son las causas de esta situación?
Muchas veces, los docentes comparten un mismo sufrimiento: sus alumnos se copian en los exámenes, incluso cuando cuentan con un sistema de proctoring. Esta situación atenta contra la integridad académica y desprestigia no solo a las instituciones educativas, sino a la educación en línea en general, teniendo en cuenta que es una modalidad en auge que busca consolidar su lugar.
Las prácticas de deshonestidad en las evaluaciones pueden adoptar distintos comportamientos, como copiar de un papel escrito, o del examen de otro estudiante. Específicamente en la educación virtual, puede producirse al consultar en internet, en los materiales bibliográficos o a otras personas presentes. También puede consistir en el plagio de un trabajo o hasta en el reemplazo de identidad, es decir, que sea otro y no el alumno quien esté realizando la instancia evaluativa.
¿Por qué recurren a esta solución fácil y deshonesta a la hora de evidenciar sus aprendizajes?
En primera instancia, se debe a la falta de estudio y comprensión de los temas abordados en clase, que se suma a la presión por aprobar. En segundo lugar, en ocasiones ocurre que no hay suficiente conciencia acerca del significado de la copia y de cómo eso afecta a la integridad académica no sólo personal, sino también de la institución educativa.
En cuanto a la educación en línea, es innegable que, aún al ser un potencial para el aprendizaje, algunos estudiantes la consideran una vía para el fraude y las trampas. El uso de herramientas tecnológicas para la evaluación, como celulares y computadoras, facilitan el acceso a la información de forma rápida, lo que se convierte en una tentación difícil de esquivar cuando, como ya se mencionó, faltó estudio y comprensión.
Esto se potencia cuando los exámenes contienen preguntas que, por un lado, pueden localizarse fácilmente en un buscador o en los materiales bibliográficos de la materia curricular; y por el otro, son cerradas, de comprobación instantánea.
Otra de las causas de las prácticas de copia es la falta de supervisión. En las evaluaciones presenciales, se puede hacer dicho control utilizando sólo la mirada. Sin embargo, en la educación virtual esto se dificulta, lo que es fácilmente reversible si el docente y la institución educativa dispone de un sistema online de proctoring, es decir, una supervisión de exámenes en línea de forma remota.
En los últimos años, especialmente luego de la pandemia por COVID-19, son cada vez más los establecimientos que lo incorporan para evitar estrategias tecnológicas fraudulentas en las instancias evaluativas. Algunos software de este tipo ejecutan el monitoreo de cada acción en vivo; otros supervisan el examen de principio a fin, corroborando la identidad del alumno mediante datos biométricos.
¿Qué ocurre si el proctoring no evita que los estudiantes se copien?
En ocasiones, a pesar de contar con esta solución, los docentes detectan situaciones deshonestas, lo que les genera malestar y frustración. Ello puede tener distintas causas; por ejemplo, puede ocurrir que el formato utilizado sea en directo: los alumnos tienen su cámara y micrófono encendidos constantemente, y una persona los monitorea en vivo. En este caso, si son muchos los estudiantes, el evaluador puede verse sobrepasado y no llegar a observar a todos. En consecuencia, la copia es más viable. Lo mismo ocurre con el formato de grabación, que requiere, además del registro de la pantalla y entorno del alumno, de la observación de examinadores.
Otro caso es el formato de proctoring automatizado de extensión, que si bien supervisa durante el examen, no previene irregularidades, como navegar por sitios no permitidos. Eso posibilita acciones deshonestas y hace que el monitoreo no sea confiable. Con ello, se puede pensar que nada impide prácticas fraudulentas en la educación en línea. No obstante, así como la virtualidad posibilita una buena enseñanza acorde a los tiempos que corren, es una gran aliada para corroborar la calidad de la evaluación si se elige un proctoring completo.
Para ello, el proctoring automatizado con aplicación es la mejor herramienta, ya que supervisa el examen en su totalidad. Antes, corrobora la identidad del alumno con datos biométricos. Durante la evaluación, verifica el entorno para detectar anomalías a través de inteligencia artificial, registrando intentos de escape y atajos de teclado. Además, bloquea la pantalla en caso de que los estudiantes ingresen a páginas o aplicaciones no permitidas. Una vez finalizado el proceso evaluativo, genera un informe que especifica si debe revisarse lo realizado por situaciones sospechosas. De esta forma, se garantiza el prestigio educativo.
Por eso, no hay que desanimarse. Nada concluye que la enseñanza en línea sea más propensa a la copia que en la educación tradicional. Por el contrario, en esta se posibilita el uso de herramientas digitales para la supervisión, una de las garantías del aprendizaje y la integridad académica. Sólo hace falta un buen proctoring que realice un monitoreo completo y justo.
Conocé por qué tienes que confiar en Klarway para garantizar la calidad de tus instancias evaluativas.
Comparte en tus redes
Facebook
Twitter
LinkedIn
