Considerando los cambios y avances del último tiempo, podemos afirmar que el 2023 será aún más tecnológico que el año pasado. En tal sentido, la transformación digital y la innovación en educación vienen acompañadas de tendencias que plantean una nueva forma de enseñar y aprender.
Hoy más que nunca el desarrollo de la sociedad apunta hacia el auge tecnológico y esto influye directamente en la educación. De hecho, los cambios que se precisan en el ámbito académico son los que también se comprueban en el entorno social.
Cambia la sociedad y, por lo tanto, la educación, y viceversa. Son un complemento, ya que la educación es sobre todas las cosas un hecho social.
Veamos a continuación algunos de los aspectos más relevantes del modelo de aprendizaje que llegó para quedarse.
La educación híbrida se convirtió en un modelo que marca tendencia. Es una práctica que irá modificándose con más tecnología, nuevas experiencias y métodos de enseñanzas adaptados al alumno.
Sin lugar a dudas, el 2023 será un año donde la educación estará centrada en comprender al estudiante, sus necesidades y tiempos, adaptando todo a sus características y condiciones.
En efecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que, para que se consolide un verdadero modelo híbrido que se diferencie del aprendizaje remoto de emergencia, es necesario recrear un ecosistema educativo robusto, que se pueda sostener en el tiempo y que cuente con planes de clase estructurados y definidos, alineados con una estrategia más amplia de transformación”.
Asimismo, la UNESCO remarcó la necesidad de reformar el aprendizaje y las capacidades digitales en los países más poblados para estimular la recuperación de la educación y el cumplimiento del ODS 4.
Ahora bien, de acuerdo a un estudio realizado por el equipo de Klarway durante el mes de enero, se concluye que de una muestra de 760 universidades hispanohablantes – con más de dos mil alumnos matriculados en cada establecimiento – hay un total de 562 centros educativos que ya cuentan con virtualidad, representando el 73.95%.
Siguiendo con la información recopilada, es importante destacar la tasa de universidades virtuales de acuerdo a los principales países y zonas de las regiones investigadas.
Al observar estos datos, podemos afirmar que se evidencia un gran esfuerzo y trabajo por parte de las universidades en adaptar sus contenidos y dinámicas de aprendizaje a los nuevos modelos de enseñanza, combinando las innovaciones tecnológicas con las necesidades educativas actuales.
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