La revolución educativa comenzó específicamente en el año 1960 cuando se creó el primer sistema e-learning llamado “PLATO”. En la actualidad, esta industria ocupa un lugar trascendental, no sólo llevando la educación a cualquier parte del mundo sino también empoderando a formadores académicos de todo tipo. En esta nota detallamos las principales ventajas de la educación virtual, sus estadísticas y los beneficios que tienen para instituciones y docentes.
La educación online, conocida con el nombre de e-learning, implica el uso de la tecnología para mejorar y ampliar la experiencia educativa. Incorpora herramientas digitales de interacción y comunicación que cambian completamente la pedagogía, la forma de trabajo y la calidad del aprendizaje. En este marco, los impactos más notorios se visibilizan en el alcance, escalabilidad y personalización de los cursos y carreras.
Otro aspecto fundamental radica en que el contenido es accesible desde cualquier lugar del planeta, siendo fácilmente escalable a un gran volumen de estudiantes. Además de ello, las tecnologías de análisis de datos e inteligencia artificial garantizan un mejor entendimiento y seguimiento del progreso de cada alumno, personalizando de esta manera la experiencia educativa.
La expansión del sector y la transición a un sistema educativo en línea crecieron paulatinamente desde hace más de 10 años. Sin embargo, el proceso se aceleró con la llegada de la pandemia y a través de la implementación de cuarentenas a nivel global.
De acuerdo a datos numéricos, la industria aumentó un 900% desde el año 2000, con gran presencia en Estados Unidos y en países del continente europeo. Asimismo se afirma que, durante 2022, los mercados e-learning presentarán un crecimiento de 240 billones de dólares.
Según algunos estudios, las ventajas de la educación virtual permiten impulsar la retención de conocimientos entre un 25 y un 60%, mientras que también implican entre un 40 y 60% menos de tiempo de aprendizaje.
El avance educativo tuvo un fuerte impacto en la experiencia de estudiantes, profesores y casas de estudio. Uno de los beneficios remite a las automatizaciones y disponibilidad de herramientas, ya que la mayoría de los LMS o aulas virtuales cuentan con una gran cantidad de aplicaciones y plataformas que facilitan tareas y optimizan la recolección de información.
Otra gran ventaja para docentes y establecimientos educativos está vinculada a la cantidad de alumnos. Una universidad tradicional y presencial tiene limitaciones físicas claras con respecto al número de estudiantes que pueden aceptar en cada clase, pero en los cursos en línea, este límite desaparece. En efecto, una vez generado el contenido del curso, pueden tomarlo tanto 10 como 1000 alumnos sin problema, inclusive existen muchas herramientas para brindar asistencia a la hora de dar una experiencia personalizada sin importar el número de alumnos.
El crecimiento de esta industria significa una gran oportunidad económica para maestros y educadores, quienes al crear sus propios cursos y academias online, pueden acercar servicios y conocimientos a un sinnúmero de estudiantes alrededor del mundo. Ya sea como actividad profesional principal o como un ingreso extra, los educadores pueden montar su propia academia sin los gastos fijos que implicaría hacerlo de manera presencial.
Por último, los sistemas de supervisión de exámenes – comúnmente conocidos con el nombre de proctoring o eProctoring – permiten simplificar y digitalizar los procesos evaluativos en línea. Esta metodología, además de facilitar la ejecución de evaluaciones donde se encuentra el estudiante, puede ser monitoreada desde diferentes lugares gracias al empleo de recursos telemáticos.
Este es un pequeño resumen del enorme alcance y numerosas ventajas de la educación virtual. ¿Te interesa conocer más del proctoring? Haz click aquí para descubrir las características del software, los formatos existentes y la importancia de escoger la opción más segura.