Las herramientas de proctoring permiten realizar la supervisión de exámenes online. Esta metodología, además de facilitar la ejecución de evaluaciones donde se encuentra el estudiante, puede ser supervisada desde diferentes lugares gracias al empleo de recursos telemáticos.
Con la llegada de las evaluaciones remotas y, a través del desarrollo de clases virtuales, comenzaron a aparecer fraudes vinculados a la suplantación de identidad, plagios, consultas a terceros y accesos a materiales o páginas no autorizadas.
Sin lugar a dudas el ámbito académico está cambiando a pasos agigantados. En ese sentido, la tecnología al servicio de la educación se manifiesta en las herramientas de proctoring, las cuales se posicionan como una solución innovadora, capaz de garantizar la calidad de aprendizaje mientras se resguarda la integridad académica.
Actualmente existen tres formatos:
La diferencia entre esta última opción y la herramienta de proctoring de grabación, radica en que la variante automatizada detecta qué tipos de anomalías en la imagen, sonido o pantalla deben considerarse como prácticas sospechosas. Al finalizar la instancia evaluativa, el encargado del monitoreo recibe un informe que le indica si debe revisar alguna evaluación en particular o no, ahorrando tiempo y costo a cualquier institución.
El proctoring automatizado es la opción más completa para supervisar, ya que – ante algún caso de irregularidad – evita la interrupción de la evaluación. De este modo, sólo se registra la posible incidencia para su posterior revisión, mientras el alumno continúa con su examen.
En caso de que las acciones se atribuyan a buenas prácticas, la instancia evaluativa y su resultado tendrán validez, evitando que el estudiante experimente un mal momento. Por el contrario, si se trata de prácticas deshonestas, se comunicará sólo a los involucrados, sin que eso signifique un obstáculo para el resto de las personas.
Consecuentemente, es fundamental destacar la existencia de dos variantes relacionadas a este tipo de proctoring: por un lado se encuentra el automatizado con extensión de navegadores y, por el otro, el automatizado de aplicación.
El primero de ellos, es decir el proctoring automatizado de extensión, supervisa los comportamientos durante el examen pero no previene las situaciones de incidencia, haciendo que el monitoreo sea menos confiable y trabajoso para el supervisor encargado de ejecutar la revisión manual ante posibles faltas.
Por el contrario, con la versión de aplicación, se bloquean los accesos no permitidos, posibilitando que la evaluación sea equitativa, justa y segura para todos.
Descubre las principales diferencias entre las dos opciones:
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