La formación dual surgió como una alternativa innovadora en el ámbito educativo y laboral, ofreciendo a los estudiantes una experiencia única que combina la teoría académica con la práctica en el mundo real. Descubre todos los detalles en esta nota.
En esencia, la formación dual es un modelo educativo que combina la enseñanza en el aula con la formación práctica en el lugar de trabajo. A través de esta metodología, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos en un entorno laboral real, bajo la guía de profesionales experimentados.
Este enfoque no solo brinda a los estudiantes una comprensión más profunda de su campo de estudio, sino que también les proporciona habilidades prácticas y experiencia laboral valiosa desde el principio de su carrera.
Pero, ¿en qué consiste exactamente la formación dual y cuáles son sus principales ventajas? En este artículo, exploraremos los beneficios que ofrece este modelo educativo tanto para los individuos que lo eligen como para las organizaciones que participan en él. Desde el desarrollo de habilidades específicas hasta la creación de una fuerza laboral altamente calificada y adaptable, la formación dual se presenta como una opción prometedora en el panorama educativo actual.
¿Qué es y en qué consiste la formación dual?
La formación dual es una formación profesional que se desarrolla tanto en un centro educativo – público o privado – como en una empresa colaboradora, y en la que el alumno es evaluado por ambos intervinientes. Con ello en consideración, presentamos ahora algunas características comunes sobre este tipo de formación:
- El alumno aprende en un entorno real de trabajo, no se limita a aplicar los conocimientos adquiridos en un centro educativo, y toma un papel activo en su propio aprendizaje.
- La empresa es la encargada de desarrollar y evaluar las competencias profesionales relacionadas con los contenidos curriculares, lo que permite que el estudiante adquiera aptitudes que van a aumentar su empleabilidad futura.
En resumen, se trata de una suerte de extensión de la metodología del learning by doing, o aprender haciendo, insertada en un escenario real que ofrece al estudiante la posibilidad de adquirir un conocimiento útil y darle sentido a su aprendizaje.
Sin embargo, a diferencia de las prácticas en empresas convencionales, la formación dual solicita una evaluación doble y una cooperación estrecha entre el centro formativo y la empresa. En ese sentido, para que pueda llevarse a cabo con éxito, la coordinación debe ser eficaz, ya que el objetivo es el de completar de forma práctica los contenidos del ciclo formativo.
Ventajas de la formación dual
En la formación dual intervienen tres tipos de agentes que participan activamente. A continuación, exponemos los beneficios y ventajas que remiten a cada uno de ellos.
Para el establecimiento educativo
La formación dual brinda la posibilidad al centro educativo de diversificar su oferta atrayendo a nuevos alumnos y generando un mayor prestigio. Cuando los proyectos son exitosos, el resto de los estudiantes refuerzan la confianza en el establecimiento e incrementan su compromiso con el aprendizaje.
En este mismo orden de cosas, la relación entre el profesorado y el alumno se refuerza, creando óptimos canales de comunicación. Este tipo de acciones mantiene al profesorado actualizado con la realidad empresarial del territorio, evitando que se cree una brecha entre los objetivos de las formaciones y las necesidades reales de las empresas.
Para la empresa
Con su participación en la formación de los trabajadores del futuro, la empresa subraya la relevancia social del tejido empresarial.
Por otro lado, este tipo de proyectos permite a la organización detectar talento joven que puede incorporar a su proyecto, lo cual se traduce en una reducción de los costos de procesos de reclutamiento.
El becario que completa su formación en una empresa, además, se familiariza con su cultura empresarial pudiendo convertirse en un magnífico embajador de la marca, algo que influye positivamente en su imagen.
Para el estudiante
Este tipo de experiencias posibilitan que el alumno tome contacto con el mundo real del trabajo. Además de adquirir competencias técnicas, desarrolla habilidades interpersonales transversales que le serán de utilidad en el futuro, tanto para su dimensión profesional como personal.
Se trata de una experiencia completa que va a ayudar al estudiante a detectar qué aptitudes y habilidades poner en el currículum, o incluso a determinar si sus estudios responden realmente a sus expectativas. Todo ello da sentido a su aprendizaje y participa en la reducción de la tasa de abandono escolar temprano.
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